La presidencia española del Consejo de la Unión Europea durante el segundo semestre de 2023 es una excelente oportunidad para analizar la cultura y las artes plásticas europeas en un momento de máxima fluidez e interconexión como es la etapa en la que asistimos a la formación de los estados modernos, en la transición de la Baja Edad Media a la Edad Moderna.
Y si los geógrafos han considerado siempre a la Península Ibérica como un continente en miniatura, podemos decir que en el universo de las artes, los reinos hispánicos son, en este período de la historia que nos ocupa, un fiel reflejo de lo que estaba sucediendo a mayor escala en Europa.
La imagen de la Virgen con el Niño de Calabazanos es especialmente singular porque es una de las pocas obras conservadas de un aún anónimo maestro de origen flamenco activo en España a finales del XV en el entorno de la corte de los Reyes Católicos, al cual se ha denominado como «maestro de Calabazanos», en concreto por esta imagen, que presenta ciertas relaciones con obras realizadas en Utrecht y que es un magnífico ejemplo de la adopción del gusto flamenco en la corte castellana, lo que explica la presencia de obras de su mano en fundaciones religiosas patrocinadas por la monarquía y la alta nobleza castellana. Se expondría en la sala 5, dedicada a las obras realizadas por artistas foráneos que trabajan tanto en la Corona de Castilla como en la Aragón, entre otras esculturas de autores de la talla de Pietro Torrigiano, Gabriel Joly, Mercadante de Bretaña, Alejo de Vahía, Felipe Vigarny, Gil de Siloe, etc., siendo además ésta una ocasión magnífica para reivindicar la gran calidad de esta imagen y la importancia de su aún anónimo autor, el «maestro de Calabazanos», en la escultura castellana del final del siglo XV.