El Niño Jesús de Praga

El Niño Jesús de Praga (en checo Pražské Jezulátko) es una imagen de cera de Jesús en su etapa infantil, que se encuentra en la Iglesia de Santa María de la Victoria y San Antonio de Padua (Kostel Panny Marie Vítezné), en la calle carmelita del barrio de Malá Strana, en la ciudad de Praga (capital de la República Checa). Leyendas piadosas sostienen que la imagen del Santo Niño de Praga una vez perteneció a Santa Teresa de Jesús y es considerada una imagen milagrosa, especialmente entre  las mujeres embarazadas.

Imagen del Santo Niño Jesús de Praga en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y San Antonio de Padua en Praga.

Imagen del Santo Niño Jesús de Praga en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y San Antonio de Padua en Praga.

El Santo Niño de Praga en su altar.

El Santo Niño de Praga en su altar.

Imagen del Santo Niño Jesús de Praga en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y San Antonio de Padua en Praga.

Historia

Se cree que la imagen fue esculpida en España en el siglo XVI, y que pasaba de padres a hijos varones de la familia de los Condes de Treviño y Duques de Nájera (Manrique de Lara). María Manrique de Lara, casada con el canciller del reino de Bohemia Vratislav von Pernstein, debió de llevar la imagen a Praga.

Fernando II, Emperador de Alemania, para  manifestar su gratitud a Dios por la victoria alcanzada en la batalla de la Montaña Blanca, fundó en 1620, en la ciudad de Praga, un convento de Padres Carmelitas. La imagen fue regalada en 1628 a los carmelitas descalzos que regentaban el convento (actualmente la Iglesia de la Virgen de la Victoria), por la princesa Polixena Pernstein, casada con el canciller del reino de Bohemia Sdenco Adalberto Popel von Lobcowicz. Ella a su vez había recibido la imagen como regalo de bodas de su madre, Doña María Manrique de Lara. La imagen, elaborada en cera, ha sido objeto de grandísima devoción hasta el momento presente, en que sigue recibiendo las peticiones de los fieles, teniendo una muy extendida fama de milagrosa. Durante  el siglo XVII, sufrió diversos avatares, en el trascurso de los saqueos de Praga por tropas sajonas y durante la invasión sueca, en el trascurso de los cuales perdió los brazos, que hubieron de ser reemplazados por otros. La devoción a esta  figura fue difundida en España y por todo el mundo por la orden de los Carmelitas.

La imagen del Santo Niño de Praga también ha recibido varias distinciones papales, entre ellas; el Papa León XIII, instituyó la Congregación del Niño de Jesús de Praga en 1896, el Papa San Pío X, organizó la Cofradía del Niño Jesús de Praga en 1913, y más recientemente, el Papa Benedicto XVI, donó una corona de oro a la imagen durante su visita apostólica a la República Checa en septiembre de 2009.

La Fiesta del Niño Jesús de Praga se celebra actualmente el primer domingo del mes de junio, y su imagen, se venera en un rico retablo dorado en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y San Antonio de Padua, no muy lejos de la Catedral de Praga. En la iglesia también  se encuentra el Museo del Niño Jesús de Praga, en donde se exponen todas sus alhajas y sobre todo, sus mantos con trajes de diferentes colores litúrgicos, que cada  cierto tiempo le son cambiados a la imagen.