Doña María de Ávila

   Casada con don Fernán Núñez Arnalte, tesorero y secretario de la reina Isabel la Católica , experimentó pronto el trance amargo de la viudez, que resolvió volviéndose a casar pocos años después con don Fernando de Acuña hombre de armas de los Reyes Católicos.

          En 1488, don Fernando fue nombrado virrey de Sicilia, como premio por los buenos servicios prestados a la corona. El 2 de diciembre de 1494, fallecía en la ciudad de Catania, en cuya catedral pidió ser enterrado. En su testamento nombraba a su esposa heredera universal de todos sus bienes. La virreina, viuda por segunda vez en el espacio de pocos años, decidió dar un nuevo rumbo a su vida, fundando en España un monasterio en el que profesar y morir.

El monasterio de Calabazanos

        Una vez determinada a fundar un Convento de la Orden de Santa Clara, se desplazó hasta el de Calabazanos (Palencia), muy floreciente en aquella época. Allí permaneció desde principios del año 1496 hasta el de 1502.«En este tiempo procuró informarse en los actos de Religión y aprender lo necesario para seguir su determinación y habituarse en los ejercicios monásticos».

         Después que otorgó el Testamento, mandó a su Capellán y Mayordomo Álvaro de Castro, persona de su confianza, para que fuese a la Villa de las Gordillas en Ávila «a dar orden y aparejar la Casa y edificar lo que faltase para la vivienda de las Religiosas; e hízose con tanta diligencia que con lo que la casa tenía edificado y con lo que se añadió se pudo venir a tomar la posesión al fin del año siguiente, de quinientos y tres y principios del de quinientos y cuatro, que fue cuando se vino a ella en fin de febrero de mil quinientos cuatro»

         Murió, Doña María Dávila, el 21 de septiembre de 1511 y le sucedió en el oficio de Abadesa Doña Luisa de Acuña quien, ya en el año 1534, se vio obligada a enviar de parte del Convento una petición al Capítulo de los Frailes Menores para que consideraran la posibilidad de trasladar la Casa de las Gordillas a otro lugar, pues eran muchas las enfermedades y muertes que se estaban dando por lo insano del lugar.